Alianzas claves para lograr un cambio en el desarrollo

ifad-itusersEl Viceprimer Ministro de China y el Ministro de Finanza y Economía de Italia, juntos en la reunión anual del FIDA

Roma, 13 de Febrero de 2013.— Para afrontar la situación en general de un mundo afligido por retos sin precedentes como inseguridad alimentaria, precios alimentarios volátiles, cambio climático e inestabilidad financiera los representantes de los 169 Estados Miembros del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) se reunirán en Roma hoy 13 y mañana 14 de febrero para el 36° período de sesiones del Consejo de Gobernadores. El tema de la reunión anual será el poder de las nuevas asociaciones y como deben responder a los retos afrontados por los pequeños agricultores de los países en desarrollo. El Consejo de Gobernadores es el órgano decisorio supremo del FIDA.

Uno de los puntos clave que serán deliberados en la reunión es como forjar alianzas benéficas. El FIDA es reconocido como líder para desarrollar soluciones a la inseguridad alimentaria y la pobreza rural, además de tener una clara capacidad de convocatoria. Desde su fundación, el FIDA ha sido un ejemplo de una gran asociación en desarrollo; con una mezcla única de miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), otros países en desarrollo y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) que desempeñan una función muy activa en lo relativo a la gobernanza del Fondo. Tanto los países desarrollados como los países en desarrollo apoyan al Fondo y se benefician también de su trabajo. El FIDA también actúa de intermediario entre los actores de la esfera del desarrollo —particularmente entre gobiernos, organizaciones campesinas y actores del sector privado, y para promover la cooperación Sur-Sur.

Este año la reunión será dirigida por líderes y planificadores de desarrollo de alrededor del mundo, incluyendo al Vice primer Ministro de la República Popular China Hui Liangyu y al Ministro de Economía y Finanza de la República Italiana Vittorio Grilli. El objetivo es comprometer de lleno a la entera comunidad mundial del desarrollo, examinando los problemas en crecimiento de hoy en día.

El FIDA se ha propuesto llegar a 90 millones de personas antes de 2015, y sacar de la pobreza a 80 millones. Para lograrlo, la clave será una asociación dinámica con los gobiernos y los donantes a fin de ampliar el alcance de los programas y proyectos más eficaces e innovadores ejecutados. Los delegados examinarán como las asociaciones —tanto sobre el terreno como a nivel directivo— pueden alcanzar los objetivos fundamentales del FIDA: dar a la población rural pobre la oportunidad de mejorar su seguridad alimentaria y nutrición, aumentar sus ingresos y fortalecer su adaptación. Estos debates serán dirigidos entre otros por Ingmar Streese, Director de las Asociaciones y Programas Globales de Mars Incorporated; James Mwangi, CEO y Director del Banco de Equidad en Kenya; nombrado en el 2012 por la revista Forbes el hombre africano del año, quién compartirá sus experiencias sobre como las asociaciones pueden conducir al éxito.

Aumentar los éxitos con los asociados es un elemento clave de la agenda de desarrollo global. Durante la Consulta de la Reposición de recursos del FIDA en el 2011, los Estados Miembros subrayaron que no puede haber ninguna respuesta global a la inseguridad alimentaria que no tenga como uno de sus pilares, el fortalecimiento de los pequeños productores rurales que proporcionan hasta un 80 por ciento de la comida en el mundo en desarrollo. También reconocieron que el FIDA cuenta con una experiencia inigualable y con la capacidad de asegurar esta inclusión; también reconocieron que el trabajo del FIDA no consiste sólo en utilizar sus propios recursos sino también desempeñar un papel de guía en ayudar a otros asociados a utilizar sus recursos eficazmente. Actualmente por cada dólar que el FIDA invierte en desarrollo rural, los donantes y gobiernos de los países en desarrollo proporcionan US$1.50. Desde hoy hasta el 2015, el objetivo es $1.60 para cada dólar —una señal clara de confianza en el Fondo por parte de sus Estados Miembros.

Durante el 2012, el FIDA abogó incansablemente por los pequeños agricultores en los foros de política internacionales. Actualmente, la función de los pequeños agricultores en el crecimiento económico y la seguridad alimentaria es ampliamente reconocido, incluso en el los debates del G8 y G20. El FIDA informó sobre las cuestiones que afectan a la población rural pobre, a los responsables de formulación de políticas en foros como la Conferencia de Río+20, el Foro para la Revolución Verde en África, la iniciativa Grow Africa y el Foro Económico Mundial. El FIDA continuará a formar parte del diálogo global incluyendo la agenda de desarrollo post-2015.

Las operaciones del FIDA en el 2012, a nivel global, llegaron a más de un billón de dólares en nuevos préstamos y donaciones; en comparación con los $556 millones en el 2007. En respuesta a los retos del cambio climático, el Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala del FIDA resultó eficaz, al proporcionar una puerta de acceso directo para los pequeños agricultores hacia los financiamientos para cuestiones climáticas y ambientales. El vencer las desigualdades de género y empoderar a las mujeres rurales, es la piedra angular del trabajo del FIDA. Se estableció una nueva política de igualdad de género y de empoderamiento de la mujer como parte de los planes estratégicos del Fondo, que tienen como principal objetivo reducir la pobreza rural.

Nombramiento del Presidente del FIDA

El Consejo de Gobernadores nombrará al Presidente del FIDA por un mandato de cuatro años -2013-2017. Kanayo F. Nwanze, está concluyendo su primer mandato como Presidente del FIDA y es elegible para servir otro mandato de cuatro años.

Acerca del FIDA

Durante el 2012, el FIDA continuó la búsqueda de soluciones innovadoras para la pobreza rural, promoviendo asociaciones público-privadas, fortaleciendo las organizaciones campesinas, ayudando a crear empresas fuera del campo de la agricultura, asegurándose que el conocimiento y la tecnología sean compartidos, e incrementando el desarrollo de cadenas de valor para los pequeños agricultores pobres. Para el final del 2012, el FIDA financiaba ya 256 programas en curso y proyectos en 97 países, con valor total de US$12.1 mil millones.