Estudio global despeja mitos acerca de bosques y los medios de vida

pen-cifor-itusersResultados de un proyecto de 10 años podrían poner en duda nociones sobre la interacción entre las personas y los bosques

LIMA, Perú, 25 de marzo del 2014.— Los bosques juegan un papel crucial apoyando los ingresos de las personas —pero ¿hasta qué punto? Hasta ahora, las acciones de desarrollo relacionadas con los bosques y los medios de vida se han basado en datos incompletos o fragmentados. En muchos casos, la forestería se ha combinado con la agricultura en las estadísticas nacionales sobre ingresos —o no se la ha considerado en absoluto.

Ahora, en el estudio más exhaustivo realizado hasta la fecha sobre los vínculos entre el medio ambiente y los medios de vida, investigadores desafían a la sabiduría convencional sobre la importancia de los ingresos ambientales, los roles de hombres y mujeres en el uso de productos forestales, y la función de los bosques como redes de seguridad. De hecho, los ingresos derivados de los bosques y de otros entornos naturales, representan una contribución importante a los medios de vida de millones de personas en los países en desarrollo, según el estudio, aunque no siempre en la forma sugerida en pasados estudios de caso.

El estudio global es el resultado de la Red de Pobreza y Medio Ambiente (PEN, por sus siglas en inglés), un esfuerzo colaborativo liderado por el Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR). Cinco investigaciones complementarias abordan los temas de generación de ingresos y medios de vida rurales; redes de seguridad en tiempos de escasez, género y uso del bosque; aclareo de los bosques y medios de vida, así como tenencia e ingresos forestales. Los cinco trabajos —cuyos resultados preliminares fueron publicados en 2011— forman parte del próximo número especial de la revista científica World Development.

Entre los resultados figuran los siguientes:

  • Los ingresos derivados de los bosques y otras zonas naturales representan el 28 por ciento de los ingresos totales de los hogares, casi tanto como los cultivos.
  • Los bosques estatales generan más ingresos que los bosques privados o comunitarios.
  • Los hombres generan por lo menos los mismos ingresos que las mujeres en los bosques, contradiciendo creencias sostenidas por largo tiempo.
  • Como “redes de seguridad” en respuesta a épocas de crisis y como ingresos alternativos entre cosechas estacionales, los bosques son menos importantes” de lo que se creía anteriormente.
  • Si bien se responsabiliza frecuentemente de la deforestación a los agricultores pobres más necesitados, ellos desempeñan un papel más bien modesto en el aclareo de los bosques.

Sven Wunder, editor principal de la publicación dijo: “Nuestros resultados indican que, incluso 10 mil años después del inicio de la Revolución Agrícola, las poblaciones rurales en los países en desarrollo todavía dependen fuertemente de la naturaleza para obtener sus medios de vida”.

La magnitud de los ingresos ambientales, a saber, madera, carne silvestre, plantas y otros recursos aprovechados en la naturaleza, hasta ahora ha sido documentada deficientemente, y no resulta obvia para la mayoría de los formuladores de políticas. Muchas de las herramientas existentes utilizadas para evaluar la pobreza y los ingresos —tal como los planes para la estrategia para la reducción de la pobreza, los estudios sobre pobreza, la metodología del Banco Mundial para la medición de las condiciones de vida, y los sistemas contables de ingresos a nivel nacional— no capturan adecuadamente la importancia de los ingresos derivados de los recursos naturales, de manera que su verdadero valor para los medios de vida de las poblaciones rurales pobres en el mundo sigue siendo en gran parte invisible.

No tener en cuenta esta “cosecha escondida” podría dar lugar a políticas o reformas que despojen a las poblaciones locales del acceso a recursos extractivos, según los autores del estudio. Más aun, indican que las intervenciones de política dedicadas a luchar contra la pobreza mediante un mejor acceso e integración al mercado pueden socavar los esfuerzos orientados a la conservación del bosque. Debido a uno de los resultados principales del estudio —que muestra que las personas con ingresos relativamente más altos son responsables de una mayor participación en la deforestación que los segmentos más pobres— un aumento en activos e ingresos de los hogares rurales podría crear instancias que lleven a la deforestación de los bosques, acabando con las esperanzas de encontrar soluciones donde todos ganen.

El estudio en sí fue un ejercicio de gran envergadura

A partir de talleres que trabajaron con tres métodos entre 2004 y 2006, 33 socios de PEN y sus equipos recolectaron datos de campo entre 2005 y 2008. Durante 12 meses entrevistaron a más de 8,300 hogares en 333 aldeas de 58 localidades en 24 países en desarrollo. Al hacerlo, realizaron 36 mil visitas a hogares, generando alrededor de 250 mil páginas de cuestionarios. El financiamiento de un proyecto tan amplio hubiera sido difícil, por lo que los investigadores de PEN recurrieron a estudiantes de doctorado para que contribuyeran a este esfuerzo. A cambio, se creó una red de colaboración, que les ofreció cierto apoyo financiero y acceso a talleres de trabajo y supervisión.

Esto funciona,” dijo Arild Angelsen, profesor de economía en la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida y coordinador del estudio global. “Los alumnos reciben respuestas a sus correos electrónicos y preguntas al día siguiente. No se sienten solos en el campo”.

La cantidad de datos recopilados por los alumnos es impresionante: la base de datos de PEN, con más de 2,300 campos de datos, ahora contiene 15 millones de celdas de datos. El conjunto de datos se hará público pronto para su uso en investigaciones futuras.

Los resultados detallados de este estudio podrían ser usados para diseñar componentes de una encuesta que responda a las necesidades de cada país, y que pueda capturar la mayor parte de los ingresos ambientales, enfocándose en los productos locales más importantes.

No es una muestra aleatoria”, dijo Wunder. “Tuvimos que encontrar socios dispuestos a participar y aceptar los lugares que habían escogido, y luego liberar recursos para llenar algunas de las lagunas geográficas, particularmente en Africa occidental. Pero todavía logramos un balance en cuanto a los tipos de bosque y zonas rurales elegidas en los países en desarrollo de estos tres continentes. En varias dimensiones cubrimos todo bastante bien, salvo las zonas más deforestadas y las zonas rurales con mayor densidad de población. Este es el contexto en el que podemos extrapolar razonablemente los resultados”.

El blog de CIFOR, Los bosques en las noticias, publicó un artículo —el primero de una serie acerca de la investigación de PEN– el 21 de marzo, Día Internacional de los Bosques.

El Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR) impulsa el bienestar humano, la conservación ambiental y la equidad mediante investigación orientada a ayudar en el diseño de políticas y prácticas que afectan a los bosques de los países en víasde desarrollo. CIFOR ayuda a garantizar que la toma de decisiones que afecta a los bosques se base en ciencia sólida y principios de buena gobernanza, y refleje las perspectivas de los países menos desarrollados y de las poblaciones que dependen de los bosques. CIFOR es uno de los 15 miembros del Consorcio CGIAR.

CIFOR: www.cifor.org